Posiblemente la has usado una alguna vez, ya sea para estar en casa, para realizar actividades laborales, para irte de vacaciones o para asistir a algún evento. Nos referimos a la camisa polo, que con el paso de del tiempo se ha convertido en sinónimo de calidad, practicidad, confort y distinción. Pero ¿cómo es que llegó a convertirse en una prenda tan icónica, atemporal y en definitiva, un “must” en el guardarropa de cualquier persona, sin importar si eres hombre o mujer? sigue leyendo y conoce más sobre su fantástica historia.
SUS INICIOS LE DIERON SU NOMBRE Y ESTILO PERDURABLE
Lo más probable es que al escuchar “camisa polo” inmediatamente se nos venga a la mente el famoso deporte en el que se montan caballos, y aunque no hay una fecha exacta de su origen, se sabe en el siglo XIX, soldados Británicos que se encontraban en el estado Indio de Manipur, presenciaron ese juego, que en aquel momento les pareció novedoso e interesante, tanto así que decidieron fundar el primer club de polo. Esto contribuyó a que aquel deporte aumentara su popularidad, principalmente entre los soldados y los agricultores británicos de Té que se habían establecido en la India. Al incrementarse la práctica del polo, surgió la necesidad de crear una vestimenta adecuada para su práctica ya que al inicio se usaban unas camisas de manga larga, de textura gruesa, hechas a base de algodón pero que en realidad era incómoda y sofocante para los jugadores, así que para eliminar esa incomodidad, se agregó el cuello con botones, que desembarcó en Inglaterra cuando el deporte del polo se introdujo en ese país a inicios de la década de 1860.
LA CAMISA POLO LLEGA A AMÉRICA
John Brooks, que era nieto del fundador de la marca estadounidense Brooks Brothers, fue a Inglaterra por asuntos de negocios, y se interesó por el diseño de los cuellos de las camisetas de los jugadores de polo y así, al regresar a su país, introdujo ese estilo de camisas con un cuello que tenía dos botones en las esquinas para fijarlo; ese modelo se lanzó al mercado en 1896 como la primera camisa polo original.
A LA CONQUISTA DEL TENIS
Para la década de 1920, René Lacoste era uno de los jugadores más importantes de tenis, además de ser ganador de Grand Slam. La ropa reglamentaria del tenis de la época -pantalones blancos largos, camisa manga larga abotonada hasta arriba y corbata- le parecía muy incómoda, por lo que se decidió a diseñar algo mejor, creando una camisa blanca, de manga corta, a base de algodón, con un cuello plano y abotonada. En 1926, en el Abierto de Estados Unidos, Lacoste usó por primera vez su diseño, que posteriormente tendría un emblema de cocodrilo (por el sobrenombre que le pusieron la prensa y el público) en el lado izquierdo del pecho.
DE LAS CANCHAS DE TENIS A CONQUISTAR EL MUNDO
Al retirarse del tenis, Lacoste se asoció con un conocido para crear “La Societé Chemise Lacoste (Compañía de Camisas Lacoste), para la elaboración y venta de ese tipo de camisas con el emblema de cocodrilo. Es por tal motivo, que a Lacoste se le asocia con la invención de la camisa polo que conocemos en los tiempos modernos. Para la década de 1950, estas camisetas se volvieron una prenda básica en Estados Unidos, los jugadores de tenis las llamaban camisas polo, a pesar de que ese estilo se usó por primera vez en la práctica del tenis. Lacoste comenzó a ofrecer camisas de colores que se vendían a un precio más alto. Adicionalmente, la prenda fue adoptada para usarse en otros deportes como el golf.
Para la década de 1970, fue el diseñador Ralph Laurent quien retomó ese estilo para agregarla a su línea original que llamó simplemente “Polo” y se basó en ese deporte para diseñar el famoso logo que ahora conocemos, del jugador de polo sobre un caballo.
Sin duda alguna, la camisa polo es todo un clásico que hoy en día ofrece la versatilidad que permite usarla de muchas maneras, incluso como uniforme escolar o para reforzar la imagen de las empresas como parte del uniforme de sus equipos de trabajo. Gracias a nuestra marca Arte y Color, somos especialistas en la fabricación de camisas polo en El Salvador, y de ese modo seguimos agrandando la historia de éxito de esta verdadera prenda de leyenda.